Stanley Ince

Stanley Ince, un viejo amigo, había sido nombrado Comisionado por el Noreste de Londres cuando Roland se enlistó en 1914. Un hombre de familia que había sido trágicamente atacado por el mal de Parkinson y quien tuvo que aceptar su terrible y progresivo efecto deteriorante. Cuando tomó el puesto de guardián en 1928 había perdido la fuerza en las piernas y estaba obligado a utilizar una silla de ruedas motorizada. Durante los siguientes 12 años su discapacidad evolucionó de manera constante, sin embargo llegó un momento en que su indomable espíritu no pudo soportar los problemas físicos y en 1940 se sintió obligado a renunciar. Solamente su cabeza y la parte superior de su cuerpo tenían la movilidad adecuada. Un enorme contraste con el físicamente activo Roland, realmente difícil de imaginar. Sin embargo era una de esas increíbles situaciones donde los opuestos se atraen y Stanley Ince fue el hombre idóneo para llevar a buen término las ideas de Roland.



Las historias de Stanley Ince son muchas y todas hablan sobre su valor, su preocupación por el prójimo, su entereza, su calma y la característica que compartía con Roland; su sencilla, pero profunda fe cristiana. Su ejemplo tuvo tal impacto que en 1938 y por motivación del propio B-P, Stanley Ince recibió la insignia Cornwell, generalmente otorgada a muchachos. En 1941 se convirtió en Oficial de la Orden del Imperio Británico y falleció en agosto del mismo año.

Durante su administración la casa se convirtió en el centro que los amigos de Roland habían previsto y los días difíciles de la década de los 30 fueron superados. Todo bajo el discreto liderazgo de un hombre a quien uno de sus amigos describió como -El mejor scout que jamás hubiese conocido-