La especialidad de primeros auxilios
 
 

-La herida en mi espalda casi ha sanado-, dijo Roland mientras ya entrada la noche nos sentábamos y me platicaba la siguiente anécdota. -Los primeros días de la semana fui al doctor dos veces al día para mi curación-. Luego, como sabes, pasé dos noches en Brighton y dos scouts de la tropa de una preparatoria se quedaron conmigo.

 

La primera noche les dije, -Necesito encontrar un doctor que atienda mis heridas- entonces, intercambiaron miradas y uno de ellos me dijo, -Señor, yo tengo la especialidad de primeros auxilios. ¿Nos permite curarlo?- Dejé entonces que lo intentaran. Día y noche me atendieron con todo cuidado hasta que la herida sanó completamente. La tarde de hoy acabo de visitar a un doctor en Londres y me dijo que estaba prácticamente recuperado, sin embargo, apenas pudo creer que dos muchachos hubiesen hecho el trabajo-