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El legado
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Hermanos
scouts del mundo, entendamos cuál es la enseñanza que nos
deja el Sistema de Patrulla. Desentrañemos nuestra verdadera
labor dentro del escultismo y formemos líderes auténticos,
en el entendido de que el líder no sólo es quien manda como
regularmente sucede en nuestra sociedad, el líder se amolda
al entorno, conoce a sus hombres, personaliza la motivación,
distingue las cualidades de cada uno y las pone al servicio
de todos, improvisa, guía con el ejemplo, da el primer paso,
conoce las consecuencias de su actuar, aprieta y suelta la
rienda cuando es necesario, ayuda a quien lo necesita, comparte
su conocimiento y descifra los imponderables. |
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La
aportación de Roland Philipps no se restringe a la vida scout, al
contrario, toma la vida scout como un medio para que el muchacho
trascienda en el mundo real y aplique los valores y enseñanzas de
un sistema aún no incluido en ningún programa educativo, difícil,
claro está, ya que no podemos llevar el campo a las aulas, aunque
algunos sí llevan el campo a los parques, triste. Acerquemos a los
muchachos al buen escultismo y alejémonos de las banquetas. Enseñemos
a nuestros muchachos a aprender el arte del buen líder dentro de
un entorno donde las exigencias sean mayores. El escultismo suave
no es escultismo, hay que sudarlo y sufrirlo a campo abierto. |
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Roland
Philipps, el 7 de julio de 1916 caíste heroicamente en batalla,
pero tu herencia aún vive. Guíanos desde el campamento que has plantado
junto al Señor y danos la sabiduría para entregar a nuestra sociedad
jóvenes líderes que transformen a sus semejantes en soldados decididos,
fuertes y entregados. |
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