ESPÍRITU AZUL
Suplemento informativo de la página de Internet del Grupo VII de Scouts
de México
Enero de 2002 Año
3 No. 24
Si no puedes ver las imágenes de este
boletín haz clic AQUÍ
Espíritu Azul ha renovado energía y
los retos para este 2002 comprenden varias sorpresas, así como la culminación
de varios objetivos inconclusos. Estos compromisos nos obligan a trabajar
con mayor ahínco debido a que la imagen cibernética del Grupo VII se
ha vuelto imprescindible y en igual medida esto ha generado que la ayuda de
todos sea igual de necesaria. Volvemos a exhortar a todo activo o antiguo
scout a participar, lo que a su vez nos hace recordar que debemos dar las
gracias a mucha gente que nos ha apoyado, ya sea enviando artículos para el
boletín, complementando información para ciertas secciones, prestando y hasta
donando fotografías o adquiriendo un correo de GRUPOVII.com.
Nuevo año, nuevos retos, pero no exclusivamente para
los miembros de Espíritu Azul. Esta página ya es responsabilidad de
todos, no sólo por lo que evoca a los Azules, sino por la trascendencia que
en diversos ámbitos inesperadamente ha generado.
Esculta, Amigo y Hermano
“"La primera vez que lo vi fue unos 5
años antes de él que entrara al VII. Una tarde de sábado mi hermana nos llevó
a mis 2 hermanos y a mi a la parroquia de la colonia donde se reuniría un
nuevo grupo de scouts, ese día no logró juntarse el número de niños que deseaban
los dirigentes, ni lo sucedería en el siguiente sábado y mucho menos al consecuente
por lo que decidieron cancelar las juntas definitivamente. Del pequeño grupo
de niños que llegamos a asistir, el más entusiasta aparte de mis 2 hermanos
y yo era uno no mayor a los 7 años, chiquillo algo regordete y que siempre
llevaba consigo una pelota de fútbol bajo el brazo, recuerdo que le pregunte
su nombre a lo que me contestó: Juan Arreola.
Por R. S. Raúl Delgado
Incluimos a Juan Arreola en nuestra sección permanente Biografías.
Galería del mes. 8 fotos de la Tropa Roland Philipps en su viaje a Ecuador.
Cronograma. 1948
La noche del 30 de abril de 1948 Luis Cuevas Muñoz-Cano y Germán Olagaray
Palacios reciben la Insignia de Madera en el Valle del Teponaxtle ...
Tropa Roland Philipps. Viaje a Ecuador. Diciembre 25 de 2001.
Monumento de la mitad del mundo. Quito, Ecuador.
De izquierda a derecha: Arriba: Miguel Ángel
Navarrete (Guía Cóndor), Luis Gibrán Olagaray, Alejandro Robles (Guía Búho),
Roberto Cervantes. En medio: César González, Gustavo González D'Asseo (Jefe de
Tropa), dos miembros del Grupo 33 de Quito. Abajo: miembro del Grupo 33 de
Quito, Daniel Gómez, .
Alonso Torres, Andrés Torres y César Robles.
Ligas
www.museodeldesierto.org
Página del museo del desierto más grande de Norte América
www.ciberhabitat.gob.mx Ciberhabitat.
Ciudad de la informática.
www.tramitanet.gob.mx Realiza
tus trámites en línea.
Profesión: Estudiante de diseño gráfico
Fecha de nacimiento: 12 de febrero de 1971
Fecha de deceso: 25 de febrero de 1994
Fecha de ingreso al Movimiento: 1983
Fecha de ingreso al Grupo VII: 1983
Fecha de Promesa: 1984
2ª Clase: 1988
1ª Clase: 3 de diciembre de 1988
Juan
Arreola ingresó al escultismo en la década de los ochenta, años trágicos y de
grandes cambios para el movimiento scout nacional, durante esos años el
escultismo de campiña empezaría a ceder paso a un ente amorfo conformado por el
nuevo adelanto, la inclusión de las muchachas scouts y el desafortunado
desmembramiento del Sistema de Patrulla, por medio de estas reformas la
Asociación de Scouts de México desechaba la filosofía, principios e ideales
plasmados en las máximas obras de Baden Powell y Roland E. Philipps. Había que
dar paso a las nuevas teorías del análisis psicológico y del desarrollo
juvenil, el espíritu de 1907 había envejecido según se justificó. ¿Para qué
salir al bosque a rastrear al venado o al tejón si en el curso de insignia de
madera se enseñan los últimos avances en administración para ramas, juegos y
canciones de moda y todos los principios organizacionales que el despistado Sir
Baden Powell of Gilwell olvidó incluir en Escultismo para Muchachos?.
El
irremediable carácter de los miembros del Grupo VII (idiosincrasia posiblemente
adquirida por algún misterioso conjuro durante las noches pasadas en contacto
con la naturaleza), favoreció el aislamiento respecto a las grandes ideas
provenientes de las privilegiadas mentes de los dirigentes de la Asociación,
acción que evidenció el creciente desprecio "sietista " ante toda instrucción
scout que no tuviera como base la vida al aire libre. Por aquel entonces la
Tropa del VII era liderada por Jorge de la Parra del Valle quien a la cabeza de
un grupo de verdaderos cavernícolas (cabe mencionar al Gordo Moisés, el
Caníbal, el Cámara-Chale, Mario Ramírez "Amadito ", Armando Rincón "El Pañalón ",
César Nieves "Tato ", Juan Manuel Guerra, Erik Rojo, entre otros) quienes le
dieron la bienvenida a Juan Arreola. Es necesario mencionar que aquellas épocas
no eran las mejores para ser pie tierno en la Tropa del VII, sin embargo, por
alguna razón inexplicable aquel muchacho tranquilo y callado se contagió de esa
loca "fiebre " que invade irremediablemente a aquellos que portan un Pañuelo
Azul. Por instrucciones del Jefe
de Tropa entra a la Patrulla Búhos en la cual permanecería por más de un año,
sin embargo, hay que decirlo, sus plumas habrían de ser de otro color, tatuado
en su corazón se encontraba el rápido vuelo del halcón.
Según
recuerda Evaristo García Pazarán, quien eventualmente sería su Guía en la
Patrulla Halcones:
"La
primera vez que lo vi fue unos 5 años antes de que entrara al VII. Una tarde de
sábado mi hermana nos llevó a mis 2 hermanos y a mi a la parroquia de la
colonia donde se reuniría un nuevo grupo de scouts, ese día no logró reunirse
el número de niños que deseaban los dirigentes, tampoco sucedería en el
siguiente sábado y mucho menos al consecuente por lo que decidieron
definitivamente cancelar juntas. Del pequeño grupo de niños que llegamos a
asistir, el más entusiasta aparte de mis 2 hermanos y yo era uno no mayor a los
7 años, chiquillo algo regordete y que siempre llevaba consigo una pelota de
futbol bajo el brazo, recuerdo que le pregunté su nombre a lo que me contestó:
Juan Arreola.
Pasaron
varios años antes de volver a ver a quien se convertiría al paso del tiempo en
un excelente amigo. Era el año de 1983 cuando ingresé a nuestro querido Grupo
VII, recordé su cara aunque ya no estaba tan regordete y era un poco más alto.
Creo que nunca más volví a llamarlo por su nombre (si acaso cuando hablaba a su
casa), en la tropa se le conocía como "Chicon ".
Fue en
su primer campamento en febrero de 1983 (al Capulín), cuando recibió su no muy
glamoroso apodo de "Chiconcuac ", el cual le fue otorgado por Francisco Martínez
( "El Negro ") cuando al presentarse al local de grupo para salir de campamento
no llevaba chamarra, por lo que entre la ropa usada que la tropa había estado
juntando a fin de financiarse el viaje para asistir al Jamboree Mundial 1983 en
Canadá (y al que asistieron Iván y Fernando Guerra Villasana), el Jefe de Tropa
le pasó un suéter de lana de Chiconcuac que no se quitó en todo el campamento,
ni aún después de haber quedado totalmente empapado cuando cayó al río. El
lector que haya tenido contacto cercano con la tropa de aquel entonces sabrá
que a semejante tribu de trogloditas (en diversas ocasiones fueron confundidos
con la "Banda de los Panchitos ") especializada en la técnica scout era
demasiado exigir que recordaran el complicado nombre de nuestro personaje de referencia
así que se le llamaba por "el del suéter de Chiconcuac " que posteriormente
derivaría en "El Chiconcuac " y por simplicidad en "Chicon ".
Realizó su Promesa Scout en el año de 1984 eligiendo el tótem de "Halcón Alpino Thai ", para aquellas fechas el muchacho reservado que todos habíamos conocido se iba transformando poco a poco en un derroche de alegría e imaginación desbordada. Era todo un espectáculo verlo durante las fogatas de campamento cantar a todo pulmón con esa chispa que hacía que las últimas noches de campamento se convirtieran en eventos memorables. Irónicamente teniendo un apodo con varias derivaciones, el se especializó en bautizar con apodos (o modificarlos) a los miembros de la Tropa. Víctimas de su ingenio recordamos "Papar ", "Sobar ", "Tranzar ", "Trozos ", "Troncos ", "Urko ", "Molcas ", "Boiler ", "Shull ", "El Cabeza de Papa " (puesto a un prominente miembro del Grupo), etc.
La madrugada del sábado 1 de
agosto de 1987, en "Playa Azul", Michoacán recibe el cordón de mando
de la Patrulla Halcones de manos de Jorge Luis Álvarez-Tostado. Juan fue el
último guía en unirse a la camada de guías formada por Raúl Delgado Aranda
(Búhos), Oscar Máyen Alemán (Rinocerontes), Gerardo Magaña Silva (Cóndores) y
Mario Nieves Trejo (Tigres). En ese mismo campamento Pablo Alvarez-Tostado
recibe las cintas de patrulla y Eulalio López las cintas de subguía.
Fue uno de los 30 scouts de la
Tropa del VII que realizaron aquel inolvidable viaje a Canadá en el verano de
1988. Cabe señalar que la Tropa recorrió en tren, camión y barco más de 10,000
Km, 5 Estados de la República Mexicana, más de 6 Estados de la Unión Americana
y una Provincia canadiense en los 15 días que duró el viaje. La última noche en Canadá, el Jefe
Tropa, Iván Guerra Villasana, en una emotiva ceremonia se despide de la Tropa
entregándole el cordón a Juan Daniel Olagaray Sobrado quién se convierte en el
tercer Olagaray en ser Jefe de la Tropa Roland Philipps del Grupo VII.
Su viaje de Primera Clase lo
hace sólo al Cerro de la Bufa en el Estado de México y recibe la tan añorada
insignia en diciembre de 1988 en Cañadas de Nexpayantla junto a Raúl Delgado
(Guía Búho), Gerardo Magaña (Guía Cóndor) y Mario Nieves (Guía Tigre). En abril del siguiente año y después de
casi 2 años de ser guía le entrega la patrulla a su brazo derecho y dolor de
cabeza Pablo Alvarez-Tostado.
Formó
parte del Clan de Rovers del Reino Unido de Pontesbleu donde obtuvo las cintas
de escudero, pero mientras estudiaba la carrera de diseño gráfico una mañana del
mes de febrero de 1994 fue llamado a plantar su tienda a lado del Señor. Triste
coincidencia con el temprano deceso de Amadito, otro scout de similares
características de espíritu y jovialidad.
Chicon
es una de esas personas difíciles de olvidar, para todos aquellos que tuvimos
el privilegio de su amistad, ni el calor de la fogata, ni la luz de las
estrellas, ni aun el frío del rocío de la mañana nos distraen y compensan su
partida. A Juan lo puedo recordar
cantando, cargando su mochila de campamento color café, poniéndose sus
calcetubos, haciendo el paso de la muerte, comiendo moronga, construyendo
campamentos o gritando a todo pulmón ¡Halcones Siiiiiempre! ¡H E R M A N D A
D!, pero sobre todo lo recuerdo sonriendo...
Raúl Delgado Aranda R.S.
Búho de las Nieves
Semblanza
escrita con base en los recuerdos de Pablo Alvarez-Tostado Delgado, Edgar
Dehesa Brito, Evaristo García Pazarán, Gustavo González D asseo, Mario Nieves
Trejo, Raúl Delgado Aranda, Gabriel y Juan Daniel Olagaray Sobrado, así como a
lo plasmado en las actas de Juntas de Guías y de la Patrulla Rinocerontes en
manos de Iván Guerra Villasana.